jueves, 7 de agosto de 2014

Crónicas cariocas XIV

Final del día sobre la Bahía de Guanabara
Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina. Últimas horas en Brasil y que mejor forma de despedirlo que corriendo uno de sus mejores circuitos; el trayecto costero hasta el fuerte. Saliendo del departamento bajo en búsqueda de la playa San Francisco y allí voy recorriendo todas las costas; primero arena y olas, luego barcos pesqueros y embarcaderos, más tarde morros que caen a pique sobre el mar y un estrecho camino de autos que corta la pared vertical, garitas militares y por fin llegamos a la punta de la Bahía, la fortaleza de Santa Cruz.
El Pan de Azúcar a mis espaldas
Allí se nos regala quizás una de las vistas más bellas del Pan de Azúcar, a poco más de un kilómetro y medio de mar vemos el morro vertical enfrentando las olas. Luego de contemplar el paisaje se desanda lo andado para volver al departamento y partir hacia el aeropuerto. Imposible no tener presente en el trote de vuelta que por un tiempo van a ser las últimas zancadas de calor, sol, viento de mar; las sensaciones se potencian en la despedida.
Compitiendo en los 6km Family Run
Fueron casi 250 kilómetros en suelo brasilero; competí, giré en la pista, hice largos fondos, muchas cuestas, todo en 19 sesiones. Pero sin duda lo que me llevo no se mide; compartí con amigos, disfruté de paisajes impactantes, descubrí nuevos caminos, transpiré felicidad. 
Julio 2014
Julio 2013
Fui alojado en un hogar de familia y me hicieron sentir uno más, dentro de un ambiente donde el entrenamiento es la principal prioridad, donde no se duerme la siesta sino que se descansa para volver a entrenarse nuevamente, donde no se come sino que se alimenta para que nuestro cuerpo funcione plenamente, pero sobre todo donde recibí mucho cariño, desde el peludo de cuatro patas, pasando por mi ahijado de un año y cinco meses hasta Sole y Eze. Los cuatro lograron lo más difícil, que me sienta como en casa, la forma más profunda de vivir la experiencia plenamente.
También afuera fui cosechando cada vez más amigos, correr acerca en cualquier lado, acá no fue la excepción, la barrera de un idioma tan similar se salta fácilmente cuando las pasiones son compartidas. Decir “entrené 20 kilómetros” resume una hoja entera de explicaciones que no hace falta aclarar, ni en castellano ni en portugués.
Apenas terminado de entrenar...
Por delante empieza a tomar forma el calendario del segundo semestre; este 17 estaré volviendo después de un año a correr un cross de la FAM, será la Copa Metropolitana de Clubes de Cross Country, 8 kilómetros que me harán volver a la sensación de correr sin reloj. Luego el último día del mes también serán 8 kilómetros pero por las calles de Vicente López en los 8km de Makro, para ya luego abocarme de lleno a la pista si el calendario de torneos lo permite. Las fechas principales serán como ya vengo programando los últimos semestres: los dos 10.000 de la temporada, que esta vez caerán; la Copa Nacional de Clubes el 17 de Octubre y posiblemente el siguiente a mita de noviembre, para ahí ya ir cerrando mi temporada de otoño.

Dos semanas bajo el sol carioca, dos semanas de sensaciones a flor de piel, dos semanas que jamás hubiese disfrutado de esta manera si no fuese corriendo. Corriendo sin saber bien hacía donde, sin entender bien porque, pero descubriendo en cada paso la alegría de sentirme vivo.

2 comentarios:

  1. Ezequiel,
    Que buena temporada 2014 en Rio de Janeiro!
    Saludos.
    Horacio TATE

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  2. Muchas gracias Horacio, espero haber podido transmitir un poco de cuanto la disfrute. Un gran saludo!

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